miércoles, 8 de agosto de 2012

"El software libre no es sólo para la empresa", en mi columna del diario Bahía de Cádiz

Esta semana en mi columna del diario Bahía de Cádiz hablo nuevamente sobre el uso del software libre. Ya escribí una columna titulada "El software libre en la empresa" pero después de escribirla caí en la cuenta de que, al igual que una empresa, cualquier persona puede estar interesado en utilizar estos sistemas operativos y programas libres y gratuitos. Es por ello por lo que opté por escribir un segundo escrito relacionado estrechamente con el primero pero dirigido a todos aquellos que deseen introducirse en el mundo del software libre. A continuación el texto completo:

Hace unas semanas escribí, en este mismo diario, una columna sobre el software libre en la empresa y sus beneficios para ésta. Hoy, como el propio título indica, voy a hablar sobre el uso de ese mismo software a nivel doméstico. Antes de continuar recomiendo que se lea mi anterior escrito sobre “El software libre en la empresa” pues ayudará a la mejor comprensión de esta columna.

Antes de la crisis era más común que en caso de que un equipo “casero” comenzara a dar problemas relativamente graves se prefiriera adquirir uno nuevo a reciclarlo. Hoy en día ocurre exactamente lo contrario y se prefiere, o más bien se intenta, alargar la vida del ordenador lo máximo posible para no incurrir en un gasto. Ahora bien, alargar la vida de un equipo informático tiene algún que otro inconveniente. Ya comenté (en la columna relacionada con ésta) que los sistemas operativos y programas cada vez necesitan más recursos para trabajar en buenas condiciones. Esto provoca que un equipo poco potente o algo anticuado, aún estando el sistema operativo recién instalado, no rinda como debiera y provoque que la experiencia del usuario no sea la más óptima. En estos casos hay dos posibles soluciones: instalar un sistema operativo privativo antiguo pero optimizado para el equipo con el inconveniente de que el ordenador queda desprotegido por falta de actualizaciones y la posible incompatibilidad de algunos programas nuevos; o, la segunda opción, instalar un sistema operativo libre preparado para trabajar en equipos ya no tan nuevos y/o con pocos recursos pero que permite tener el PC actualizado y protegido.



Si se ha elegido la segunda opción antes descrita (opción que más recomiendo) es necesario, para empezar, elegir el mejor software libre existente para el ordenador y así conseguir el mejor rendimiento posible. Una de las formas más sencillas para hallar ese sistema operativo es a través de los componentes del ordenador (hardware). Como esto puede ser algo complicado para las personas de a pie, un método muy sencillo es sabiendo la antigüedad del equipo. Un PC con tres o cuatro años puede trabajar relativamente bien con sistemas operativos modernos pero otro que tenga diez años muy probablemente no sea capaz de rendir como es debido.

En Internet hay gran cantidad de distribuciones Linux (distintos sistemas operativos basados en Linux) que se centran en distintos aspectos. Por ejemplo, hay distribuciones pensadas para equipos potentes y modernos con las que se consigue un entorno de escritorio muy bonito mientras que otras están orientadas a equipos más limitados buscando un mayor rendimiento.

Hoy día es muy fácil instalar Linux en cualquier equipo permitiendo a un usuario con un nivel de conocimientos de informática bajo-medio poder instalarlo en un ordenador sin muchos contratiempos. En caso de dudas, existen muy buenos tutoriales en Internet que explican paso a paso como instalar el sistema e incluso se puede optar por un programa que permite la instalación desde el propio Windows (teniendo los dos sistemas operativos a la vez) y eliminarlo de la misma manera que cualquier programa dejando el ordenador tal y como estaba.

Una vez elegido el sistema e instalado podremos empezar a trabajar con él. Al principio puede ser algo lioso pero con un poco de empeño y tiempo se podrá utilizar Linux tan bien como cualquier otro sistema operativo conocido. La mayoría de las distribuciones poseen muchos de los programas de uso común (todos gratuitos y completos) y, además, actualmente traen un centro de software donde se puede buscar, instalar y desinstalar infinidad de programas desde paquetes de ofimática hasta juegos para los más pequeños con un sólo click. De esta forma se evita la perdida de tiempo en la búsqueda de los programas por la red y la certeza de que lo instalado es seguro. A parte de esto, cabe decir que, no se necesita antivirus alguno ahorrando recursos del sistema pues no hay virus para estos sistemas operativos.

Y es que no se puede decir que el software libre sea una odisea o algo sólo al alcance de los informáticos o los “frikis”. Sino que hoy en día es una opción muy interesante para aquellos que deseen ahorrarse sus dineros reciclando su PC, evitando la compra de las licencias de programas y sistemas operativos y conseguir un rendimiento lo más depurado y optimizado posible.



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