Se puede afirmar, sin miedo a equivocarse, que la introducción de la informática en el mundo empresarial revolucionó por completo la vida de las organizaciones y de sus trabajadores.
La
informática ha permitido un aumento considerable de la eficacia y la
eficiencia con la aportación de nuevos métodos para la realización
de las distintas tareas empresariales y ha permitido un incremento de
los beneficios para todas las empresas.
Pero,
como dice cierto refrán, “no todo es de color de rosas”. En una
primera fase, las empresas tuvieron que realizar un importante
desembolso para adquirir los nuevos equipos, los sistemas operativos
y los programas necesarios para trabajar. También, se vieron en la
necesidad de cambiar las formas tradicionales de trabajo e instruir a
sus trabajadores para que fueran capaces de manejar estas nuevas
tecnologías.
Una
vez terminada la fase de introducción apareció otro nuevo problema:
el de actualizar los sistemas y programas para evitar que quedaran
obsoletos e inseguros por el paso del tiempo. Esta necesidad se ha
mantenido a lo largo del tiempo provocando varios inconvenientes para
la empresa: el coste de tener que pagar por las nuevas versiones de
los sistemas operativos y/o programas y, a largo plazo, la exigencia
de comprar nuevos ordenadores más potentes que puedan soportarlos.
En
la actualidad, la mayoría de las empresas, en lugar de buscar
alternativas gratuitas, prefieren manejar sistemas operativos y
programas propietarios cuyo uso hay que pagar. Sin embargo, con el
software libre se puede evitar estos costes innecesarios para la
empresa ya que permiten hacer desaparecer los gastos de adquisición
de los sistemas operativos, los programas y, además, muchos de estos
sistemas y programas buscan alargar la vida de los equipos pues están
pensados para trabajar en ordenadores menos potentes que los
actuales. De esta forma las empresas pueden tener sistemas operativos
actualizados y seguros en equipos ya algo anticuados.
El
problema que tiene el software libre son los propios usuarios que
creen que son de dudosa calidad, tienen poca compatibilidad y es
complicado su uso. No pueden estar más equivocados.
En
los últimos años, el software libre ha ido evolucionando con el fin
de acercarse al mayor número de personas posible permitiendo, de
esta manera, un aumento de las empresas que deciden utilizar esta
alternativa a la estándar. Quizás el único inconveniente de la
introducción del software libre en la empresa es la necesidad de
aprender a trabajar con él provocando un coste puntual. No obstante,
es mejor un único gasto, aunque sea relativamente alto, que no un
coste periódico e indefinido.
Como
es lógico, toda empresa -que se precie de serlo- busca el mayor
beneficio posible. Éste se consigue por tres vías: aumentando los
ingresos, disminuyendo los gastos o una combinación de ambos. Por
tanto, no es de extrañar que una empresa prefiera utilizar software
libre al propietario pues, de esta forma, aumentaría su beneficio
disminuyendo y, posteriormente, eliminando los costes fijos que
acarrea los sistemas propietarios.
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