"Ya he escrito varias columnas sobre
distintas formas para aumentar, o al menos mejorar, el rendimiento de
pequeños comercios y tiendas con el fin de sobrevivir a estos
oscuros tiempos. Mi deseo con estos escritos es, al menos, ayudar un
poco a algún que otro pequeño autónomo o empresario con distintas
ideas.
Hasta ahora todas las formas de las que
he hablado, en menor o mayor medida, han sido directas. Por ejemplo,
el uso de software libre para eliminar gastos periódicos o la
utilización de las redes sociales para aumentar la afluencia y las
relaciones con los clientes. En cambio, en esta ocasión voy a
escribir sobre un método indirecto... la música. En principio, se
puede pensar que la música no va a mejorar en nada la actividad
empresarial pero está comprobado que es beneficioso para el
rendimiento de la actividad económica.
La música permite, principalmente,
mejorar dos aspectos del negocio: incentivar al posible comprador que
visite el local y mejorar el rendimiento de los trabajadores.
Muchos estudios apuntan que un negocio
donde hay música tiende a conseguir más ventas que otro sin ella.
Un ejemplo muy común son los supermercados donde se reproduce música
constantemente para incentivar al consumidor a adquirir más
productos. Al mismo tiempo, la música hace más agradable la jornada
laboral de los trabajadores por lo que éstos realizarán sus tareas
de una forma más eficiente.
Por ello creo que no estaría mal que
todo pequeño empresario o autónomo buscara la forma de reproducir
música en su local o taller ya sea para los clientes o para los
trabajadores.
Hay muchos métodos para poder
reproducir música, desde la más tradicional como es la radio hasta
el mismo ordenador con el que se registra las ventas. Si, además, se
tiene conexión a Internet se podrá acceder a cientos de miles de
emisoras de radios de todo el mundo.
Cualquier
música es recomendable siempre y cuando se use un volumen bajo o
bajo-medio y no sea de un estilo muy “radical” (lo dice uno que
escucha heavy metal).
Ahora
bien, utilizar música para nuestros clientes puede acarrear algunos
problemas legales, sobre todo si utilizamos música con derechos de
autor pues podríamos recibir la visita de los “secuaces” de “la
Innombrable” (nombre que los internautas usan para referirse a
cierta sociedad que tiende a denunciar a todo aquel que hable mal de
ella aún siendo España un país libre). Para evitar la visita de
éstos existe la llamada música libre (algo parecido al software
libre del que escribí algunas columnas atrás).
La
música libre ha tenido su auge gracias a Internet y son muchos los
músicos que han decido evolucionar y actualizarse con los tiempos
que corren mientras que otros, metidos en sus cuevas, siguen anclados
en un sistema de negocio obsoleto y arcaico. Cierto que todos tienen
derecho de beneficiarse de su trabajo pero en este mundo, y sobre
todo en el capitalista, si una industria se queda anticuada tiene dos
opciones: actualizarse o morir.
Para
comprender esta situación a continuación pongo un ejemplo real:
cuando apareció el automóvil y se comenzó a utilizar más que el
caballo los herreros que se aferraron a continuar con su actividad
(fabricar herraduras para caballos) desaparecieron (murieron) porque
ya no había demanda de herraduras. En cambio, los que decidieron
cambiar (actualizarse) acabaron siendo cerrajeros o dedicándose a
otra actividad similar sobreviviendo al cambio que se produjo en su
industria. De esta forma éstos últimos siguen en la actualidad
mientras que los primeros ya, prácticamente, están extintos.
Como
supongo que cualquier empresa querrá evitar problemas con “la
Innombrable” me centraré en la solución de la música libre. En
Internet hay muchas páginas donde se puede descargar este tipo de
música sin miedo de hacer algo fuera de la ley (aunque si lo
descargado tuviera derechos de autor, si se usa para uso personal
seguiría siendo una actividad legal en España pero como las
canciones se van a utilizar para un comercio entonces la situación
varía un poco), e incluso existen radios online con las que con un
simple click se podrán reproducir sin necesidad de descargar nada.
También,
existe Jamendo, una comunidad de música libre donde los creadores
suben sus obras para poder ser escuchados por cualquier persona de
forma completamente gratuita. Además, en caso de querer utilizar su
música para un fin comercial, como es el caso, Jamendo tiene una
versión PRO a un precio bastante económico (del cual la mitad del
dinero va a parar al creador de la música y el resto a mantener la
comunidad) que permitirá su uso en el local y proporciona un
certificado de uso de las canciones que se podrá presentar ante los
“secuaces” de “la Innombrable”, en caso de que aparezcan,
para que se vayan por donde han venido.
Para
acabar, aunque existe el problema de los derechos de autor, si se
opta por reproducir música en el local, e incluso si se decide
utilizar música libre a través de Jamendo (pagando su cuota anual),
el beneficio indirecto para la pequeña tienda será, en principio,
mayor que si se opta por no reproducir nada pues, como ya he dicho,
la música no sólo sirve para amansar a las fieras."
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